Residencia Simmons Hall, Steven Hall
Los espacios recreativos,
son grandes agujeros, recortados en el interior de la compacta malla que rompen
la monotonía del bloque residencial, distinguiendo y caracterizando, con curvas
irregulares de cemento a la vista, los espacios destinados a las actividades
colectivas.
Esta escala de aperturas, o
porosidad vertical, en la idea de la disposición de una serie de atrios (5 para
ser exactos) que perforan el volumen interior del edificio generando así
conexiones entre los distintos niveles, planteando espacios para los
recorridos, permitiendo la entrada de luz mediante lucernarios. Como bien
apunta el párrafo anterior, dichas extracciones corresponden a los espacios
públicos, tales como salas de estar, cocinas y cuartos de estudio. El propósito
de estas aperturas es el de generar y motivar las relaciones sociales y romper
con la división existente en la tipología perteneciente a la residencia
tradicional.
Dichos atrios son
independientes en lo concerniente a la estructura y el programa, adquieren
características de la misma índole debido al concepto de unión entre programa,
espacio, y experiencia, el cual reside en cada uno de estos cinco atrios.
Experiencia que queda reducida solo a estos espacios, ya que el resto de
pasillos y comunicaciones son monótonos y carecen de sugestión.
Las formas orgánicas de los
atrios no enriquecen de dinamismo a los espacios colectivos, sino todo lo
contrario, ya que marcan en gran medida la división de espacios con una
sensación que radica en la dificultad perceptiva a la hora de traspasar dichos
límites; del mimo modo que ocurre horizontalmente, ya que los espacios
adyacentes tales como los dormitorios quedan desconectados del espacio que Holl
denomina “ de experiencia”, encerrándose así en sí mismos.
Para Holl. El flujo está
contenido exclusivamente en los vaciós, los cuales afectan a los espacios
exteriores solo en la manera que penetran los pasillos, aunque sin mostrar
función o articulación alguna. Los átrios quedan aislados del resto del bloque,
generando una marcada segragación entre estos espacios y lo que sucede a su
alrededor.
Dos bibliotecas para Jussieu, OMA
Del mismo modo que plantea
Le Corbusier en el proyecto “Palais des Congres-Strasbourg”, Koolhaas basa su
estrategia en la continuidad del suelo (nivel inferior) y la cubierta a través
de un recorrido continuo mediante el “eslabonamiento” de planos horizontales e
inclinados.
Concibe así estos planos
como un tejido maleable mediante los cuales llevar a cabo esta conexión entre los
mismos, provocando así una alteración de la sección horizontal en discrepancia
de la extrusión vertical tan característica de la arquitectura clásica y de la
posguerra.
La sección desplegada de la
biblioteca produce un nuevo diagrama el cual destaca la continuidad de las
distintas superficies, al mismo tiempo que sugiere que los únicos volúmenes reales
en el edificio son los espacios intersticiales entre las plantas.
El golpe de vista resultante
y las vistas periféricas cambian el foco de vista entre el usuario y el objeto,
convirtiéndose así en una relación
espacial diferente entre ambos.
Un Segundo aspecto en la
estrategia que plantea Koolhaas para la biblioteca, es el aspecto voyeurístico
a través del hueco, bloqueando la visión directa y revelando supuestamente
elementos al parecer ocultos.
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